LOS ANGELES, EE.UU.- Los Dodgers no tienen muchas debilidades, si es que tienen alguna. Sobre el papel, cuentan con la lista más talentosa de las Mayores. En el campo, demostraron que son solo eso, convirtiéndose en el quinto equipo en la historia de las Grandes Ligas en ganar al menos 111 juegos en la temporada regular.
Los Dodgers tienen casi todo lo que se necesita esta temporada para ganar una Serie Mundial. Tienen mucho poder ofensivo, una alineación que tiene como noveno bateador a un ex Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, así como un par de estrellas del montículo en su rotación de abridores. Si había un área que podría considerarse vulnerable en los Dodgers de cara a la postemporada, era el bullpen.
Pero fue ese mismo bullpen el que demostró la noche del martes ser una fortaleza, lanzando cuatro entradas en blanco para llevar a los Dodgers a una victoria de 5-3 sobre los Padres, en el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Nacional en el Dodger Stadium.
En la historia de las series de postemporada al mejor de cinco, los ganadores del Juego 1 han ganado la serie en 102 de 144 ocasiones (71 %). En la Serie Divisional con el formato actual 2-2-1, los equipos que ganaron el Juego 1 en sus estadios locales avanzaron 34 de 47 veces (72%).
“Creo que todos hemos aceptado este concepto de que cuando suena el teléfono, vas a buscar esos outs”, dijo el relevista de los Dodgers, Evan Phillips. “[El personal] hace un buen trabajo al prepararnos para cada situación que se nos presente. Lo viste así esta noche, y creo que seguirás viéndolo así”.
Ese concepto se intensificó una vez que los Dodgers sacaron a Craig Kimbrel del rol de cerrador a mediados de septiembre. Una vez que tomaron esa decisión, los Dodgers insistieron en que seguir adelante sin un cerrador era lo mejor para el equipo.
El enfoque les permitiría usar cualquiera de sus armas en cualquier momento del juego, en lugar de comprometerse con Kimbrel u otro lanzador para una entrada específica. Creen que este es el mejor bullpen que han tenido en los últimos años.
“Muchos buenos jugadores que simplemente no tienen miedo del momento. Confío en todos ellos”, dijo el mánager de los Dodgers, Dave Roberts, sobre su bullpen. “Sí, no es una especie de estándar o, lo que sea, convencional, pero tengo confianza en quien sea que vayamos a correr en la novena entrada”.
Al menos durante un juego en la postemporada, el bullpen de los Dodgers respaldó enfáticamente esas afirmaciones.
Después de que los Dodgers saltaron a una ventaja de cinco carreras detrás del jonrón solitario de Trea Turner en la primera y un par de dobles de Will Smith, dependía del cuerpo de lanzadores contener a la ofensiva de los Padres. Durante cuatro entradas, Julio Urías hizo precisamente eso. Sin embargo, en el quinto, el zurdo mexicano se metió en problemas y permitió tres carreras.
Roberts dijo que podría haber elegido ir con Urías en el sexto, pero quería dejar las cosas en manos de su bullpen. Con los Dodgers protegiendo una ventaja de dos carreras en el sexto y llegando la parte superior de la orden de los Padres, Roberts recurrió a Phillips, quien ha sido su mejor relevista esta temporada.
Phillips tuvo problemas con su dominio temprano, dando base por bolas al dominicano Juan Soto para comenzar la entrada. Manny Machado luego se embasó con un sencillo dentro del cuadro que apenas se mantuvo justo en la línea de la tercera base. Phillips respondió ponchando a Josh Bell en un crucial turno al bate de ocho lanzamientos para el primer out de la entrada. Luego, los Dodgers obtuvieron la jugada más grande del juego cuando Gavin Lux y Turner se combinaron para convertir la doble jugada más grande de la temporada, poniendo fin a la amenaza. (Fuente MLB)
