Luis Arráez podría convertirse en primer jugador en ganar tres títulos de bateo con diferentes equipos

SANTO DOMINGO.- El versátil jugador venezolano Luis Arráez inició la temporada sin hit en sus primeros 13 turnos al bate, lo que de inmediato causó preocupación en los seguidores del fino bateador en ese momento con los Marlins de Miami. Sin embargo, a partir de ahí el bate del suramericano no se ha cansado de conectar por terreno de nadie, compilando promedio de .340, además de registrar 14 partidos con hits múltiples, incluyendo cinco duelos con tres o más incogibles.

Con dos títulos de bateo en su haber, Arráez, ahora en la alineación de los Padres de San Diego, podría estar en el camino de convertirse, en caso de obtener un tercer título, en el primer jugador en la historia moderna con tres títulos de bateo con tres equipos diferentes.

Según lo plantea el periodista Jason Foster, de MLB.com, Arráez ya es el único jugador en ganar un título de bateo en las ligas Americana y Nacional en temporadas consecutivas, y es uno de los ocho jugadores del joven y el viejo circuitos en ganar títulos de bateo con múltiples equipos desde 1900.

La temporada pasada, Arráez fue el primero en hacerlo desde DJ LeMahieu en 2016 (Rockies) y la temporada 2020 acortada por la pandemia (Yankees). Pero, antes de LeMahieu, solo se había hecho una vez en más de 70 años.

Jugadores que han ganado títulos de bateo

NL y ALcon varios equipos (desde 1900)

Luis Arráez (Mellizos 2022; Marlins 2023)
DJ LeMahieu (Rockies 2016; Yankees 2020)
Bill Madlock (Cachorros de 1975-76; Piratas de 1981 ’83)
Ernie Lombardi (Rojos de 1938; Bravos de 1942)
Jimmie Foxx (Atléticos de 1933; Medias Rojas de 1938)
Lefty O’Doul (Filis de 1929; Dodgers de 1932)
Rogers Hornsby (Cardenales 1920-25; Bravos 1928)
Nap Lajoie (1901 Atléticos; 1903-04, 1910 Cleveland)

Para Arráez ganar un tercer título de bateo con un tercer equipo, especialmente en tres temporadas consecutivas, sería algo realmente especial en la historia de las Grandes Ligas.

Sigue subiendo

Arráez llega al juego del viernes bateando .312, muy lejos del liderato de bateo de la Liga Nacional. Eso pertenece al astro japonés Shohei Ohtani, quien batea .355. De hecho, Arráez ni siquiera está entre los 10 primeros, sino justo afuera en el puesto 11 detrás del jardinero dominicano Marcell Ozuna de los Bravos (.315).

Para que Arráez ascienda en la tabla de clasificación, es probable que se necesite una combinación de que se mantenga caliente y que otros jugadores se enfríen. Eso está lejos de ser imposible, pero sigue siendo una tarea difícil considerando la cantidad de nombres que Arráez tendría que superar, incluidos Mookie Betts (.346), Alec Bohm (.346) y Will Smith (.331). Aún así, solo estamos en mayo y queda un largo camino por recorrer.

Por un lado, varios de los nombres en la tabla de clasificación actual no tienen el mismo historial que Arráez cuando se trata de batear para promedio. Incluso Ohtani, por más extraño que parezca, nunca ha bateado más alto que su promedio de .304 la temporada pasada. Y Betts ha bateado por encima de .300 solo una vez en las últimas cinco temporadas, y eso también fue el año pasado. Mientras tanto, Bohm y Smith nunca han bateado por encima de .300 en una temporada completa.

Todavía es pronto. Los promedios pueden caer rápidamente. Un bateador de .340 ahora podría ser un bateador de .240 al final de la temporada. Pero, nadie espera que Arráez tenga algo parecido a ese tipo de caída. De hecho, múltiples proyecciones todavía lo eligen para terminar como el líder de bateo de la Liga Nacional.

En términos de datos de bolas bateadas, algunos factores probablemente ayudarían a Arráez a escalar en las filas de bateo. Primero, necesita batear menos roletazos y volver a batear más líneas y elevados. Su tasa de roletazos en lo que va de 2024 es de 47.3 por ciento, la más alta de su carrera, significativamente más alta que el 42.8 por ciento de la temporada pasada. Y su tasa de conducción de línea ha caído al 28.8 por ciento, por debajo del 31.3 por ciento en 2023.

Asimismo, la tasa de elevados de Arráez ha bajado a 22.6 por ciento desde el 24.1 por ciento de la temporada pasada. Por lo general, se pueden encontrar más hits con batazos de línea y elevados que con rodados, por lo que una pequeña mejora en esas áreas podría ser de gran ayuda para Arráez, considerando que sigue siendo un bateador de contacto de élite (tasa de whiff del percentil 99, tasa K del percentil 100).

Pero, ¿qué tan realista es esperar que Arráez suba a la cima y haga historia con un tercer título de bateo para un tercer equipo? La historia demuestra que es una tarea difícil.

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De los ocho jugadores de la Liga Americana y la Liga Nacional que ganaron títulos de bateo con dos equipos en la Era Moderna, solo uno estuvo realmente cerca de capturar una tercera corona con un tercer equipo. Y ni siquiera él estaba tan cerca.

Rogers Hornsby ganó siete títulos de bateo en su carrera, seis con los Cardenales (1920-1925) y uno con los Bravos (1928). Pero en 1927, bateó .361 durante un período de una temporada con los Gigantes y terminó segundo en la carrera de bateo detrás del promedio de .380 de Paul Waner. Luego, una temporada después de su título de bateo con los Bravos, bateó .380 en su primera temporada con los Cachorros. Pero incluso eso fue suficiente para terminar tercero en la carrera de bateo detrás de Lefty O’Doul (.398) y Babe Herman (.381).

Una mención honorífica es para Bill Madlock, quien ganó cuatro títulos de bateo en su carrera, dos con los Cachorros (1975-76) y dos con los Piratas (1981, ’83). Tuvo la oportunidad de otro título de bateo con los Gigantes en 1978, cuando bateó .309, pero terminó en un distante cuarto lugar detrás del .334 de Dave Parker.

Por lo tanto, la marea de la historia del béisbol podría estar jugando en contra de las perspectivas de Arráez. Pero entonces, la belleza de los nuevos récords de béisbol es que no existen hasta que existen.

El promedio de .354 de Arráez la temporada pasada que le valió el título de bateo de la Liga Nacional fue un caso atípico extremo en su carrera y muy por encima del promedio de .316 que capturó el título de la Liga Americana un año antes. Su promedio de por vida es de .325, que probablemente esté más cerca de lo que deberíamos esperar de él esta temporada. ¿Sería eso finalmente suficiente para terminar en la cima? Parafraseando al fallecido lanzador dominicano All-Star Joaquín Andújar, preguntas de béisbol como esta se pueden resumir en una palabra: Nunca se sabe.