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Fútbol

Por historia y momento, Francia será hueso duro de roer para Argentina en final Copa del Mundo

DOHA, Arabia.– La época dorada de Francia: 1998-2022. El seleccionado francés es líder en participación en series finales en los últimos 24 años de la Copa del Mundo. Pero, además, tiene el mejor récord desde que el clásico se amplió a 32 conjuntos. El onceno se prepara para su cuarta final de la Copa Mundial de la™ FIFA ante su par de Argentina en momento en que disfruta del período más exitoso de su historia.

La noche del 12 de julio de 1998 fue única e inolvidable para el fútbol francés. Las banderas ondearon y una nación celebró como una sola cuando los franceses se convirtieron en campeones del mundo por primera vez en su historia. Después de sus decepciones en la Copa del Mundo de la década de 1980 y su fracaso para clasificarse para Italia 1990 y Estados Unidos 1994, fue todo un logro.

Si en las horas y minutos previos al inicio del partido contra Brasil esa noche le hubieras dicho a los aficionados y jugadores que ganar Francia 1998 significaría no volver a levantar el trofeo de la Copa del Mundo, muchos de ellos sin duda habrían aceptado tal acuerdo.

Sin embargo, mucho ha cambiado en los últimos 24 años, tanto que incluso los seguidores de Francia que celebraron esa cálida noche de julio probablemente no habrían creído posible que los azules participaran en tres de las próximas seis finales de la Copa del Mundo. ¿Y quién podría haberlos culpado? Después de todo, Francia nunca había alcanzado uno antes de 1998.

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Disputar cuatro en el espacio de 24 años habría estado más allá de sus sueños más salvajes.

Y, sin embargo, aquí estamos. Con la excepción de las decepcionantes eliminaciones de la fase de grupos en Corea/Japón 2002 y Sudáfrica 2010, Francia ha superado a todos en el escenario mundial en las últimas dos décadas más o menos, disputando tantas de las últimas siete finales como los pesos pesados mundiales Brasil y Alemania combinados.

Si bien es difícil precisar exactamente qué inspiró a la clase de 1998 a alturas tan gloriosas, el hecho es que rompieron los grilletes del pasado. Los equipos que llegaron a las semifinales en España 1982 y México 1986 no fueron menos talentosos que sus sucesores, pero no pudieron dar ese último paso hacia el éxito, víctimas quizás de la falta de creencia. La victoria parecía ser dominio exclusivo de otras naciones.

Esa noción fue enfáticamente disipada por dos cabezazos de Zinedine Zidane contra Brasil. De repente, los azules tuvieron fe en sí mismos. Y como el miedo dio paso a la creencia, marcharon para ganar la UEFA EURO 2000. Se despertaron una vez más para sorprender al mundo en Alemania 2006, con Zidane como mascarón de proa de un equipo que fue agudo en ataque y sólido en defensa.

Es difícil imaginar que el equipo de Francia llegara a una segunda final en ocho años si el avance no se hubiera logrado en 1998. Y tampoco puede haber duda de que esos logros han alimentado la confianza en sí misma de la generación actual, liderada por Hugo Lloris, Olivier Giroud y Antoine Griezmann, una confianza en sí misma que también ha sido alimentada por su entrenador Didier Deschamps, la encarnación misma del éxito francés.

Aunque no jugó ningún papel en Alemania 2006, el entrenador de Francia fue uno de los arquitectos de ese primer título mundial, ideó el título mundial número dos en Rusia 2018 y ha repetido el truco para inspirar la carrera hacia otra final en Qatar 2022.

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Al igual que las edades de oro de Brasil (1958-70), Italia (1930) y Alemania (1966-90), Francia ha hecho suya la primera parte del siglo 21. No hay señales de que se detengan pronto.